Ricardo García describe su infancia cómo “inusual”. Mientras sus amigos y compañeros del colegio jugaban en parques y canchas, Ricardo recorría con gozo la imprenta de su padre, don Luis. El olor a papel y tinta está grabado en su alma, y esas experiencias le llevaron a tomar las riendas de la empresa, Hera Printing Corp., extendiendo el legado de su padre.
“Mi niñez entera la pasé corriendo por todos los pasillos de la imprenta. Han habido veces en las que hablando con personas mucho mayor que yo les comento sobre ciertos momentos que sucedieron en el pasado y me dicen ‘imposible, tú eras muy chiquito, tú no puedes saber eso'. Pero es que toda la vida he estado envuelto en el negocio”, contó Ricardo.
Fundada en el 1978 por Luis García, Hera Printing Corp. es una de las imprentas más prominentes en Puerto Rico y el Caribe. En una época donde lo digital parece triunfar sobre lo físico, Ricardo y don Luis mantienen su fe en la imprenta, y a su vez, proveyendo un servicio de excelencia que le ofrece a su amplia cartera de clientes productos de calidad superior, creativos y únicos.
Para la época de los años 70, don Luis trabajaba en una tienda de materiales de oficina y tras años de relación con una pequeña imprenta que le compraba sellitos de goma y papel, entre otros, desarrolló una pasión por el taller. Fue tal el amor, que cuando el dueño de la imprenta decidió retirarse, don Luis no titubeó y se lanzó a comprarla.
“Aquella imprenta era bien pequeña, tenía solo dos máquinas y su capacidad era cosas como folletos, hojas sueltas, y proyectos más sencillos,” recontó don Luis.
Hoy, la empresa ha expandido mucho más allá de lo que don Luis jamás imaginó, contando con dos plantas físicas- una en Santurce y otra en Bayamón- con la capacidad de imprimir todo lo que la mente nos permita soñar.
“Todas las ganancias se han reinvertido en el negocio hasta llegar a donde estamos hoy. Esto es algo completamente diferente, a través del tiempo hemos seguido comprando máquinas, yendo a ferias y tomando seminarios para mantenernos al día", dijo Luis.
De acuerdo con Ricardo, Hera Printing sirve básicamente a todas las industrias de Puerto Rico, desde farmacéutica, la banca, salud, gobierno, agencias de publicidad, startups, y cualquier persona que quiera empezar un producto y quiera hacer algo de calidad, sus puertas están abiertas para todo.
"Podemos hacer cualquier cosa que usted se le ocurra sobre papel, que es nuestra especialidad"
-- aseguró don Luis
Además de tener un compromiso de excelencia con sus clientes, Hera también tiene una promesa con sus empleados. La empresa cuenta con unos 104 empleados, que llevan una media de 15 años o más en la empresa; algunos hasta 40 años. Y el negocio es uno de familia, ya que, de alguna manera u otra, todos los hijos de don Luis han pasado por sus paredes, y dos se han quedado, Ricardo, y su hijo menor, Miguel.
“Nosotros creemos mucho en el desarrollo y crecimiento profesional de todo empleado; hay muchos que empezaron en un área y ahora algunos de ellos son supervisores. Nuestro gerente general empezó como diseñador y ahora es el gerente general de toda la planta. Son gente que lleva con nosotros 25 o 30 años”, dijo Ricardo.
El corazón de Hera son sus personas, y esto es un gran reflejo de Ricardo y don Luis, y su disposición de ayudar a otros. Tras el paso del huracán María, su edificio principal de Santurce quedó prácticamente intacto, y el padre e hijo sabían que podían utilizar la situación para hacer el bien.
“Estábamos conscientes de que había muchos compañeros impresores que tenían el negocio apagado, pero tenían compromiso con sus clientes. Así que empezamos a trabajar y a ayudarlos a ellos a hacer sus impresos para sus clientes y hacíamos los nuestros. Empezamos trabajando ocho horas, después diez, después 12, después 14 y llegamos hasta 20 horas diarias. A las 20 horas apagamos porque teníamos miedo de que el generador se fuera a juste", dijo don Luis.
Para Ricardo, esto y otros momentos junto a su padre le han enseñado a hacer las cosas de manera correcta, poniendo al prójimo primero. Ricardo asegura que su padre no ve a sus competidores como competencia, ya que “él es amigo básicamente de todos. Nos ha inculcado que es importante brindarle apoyo a todo el que lo necesite, entendiendo que es la manera correcta de obrar”.
Esa amistad se extiende también a su relación con Popular. Cliente por los 45 años que Hera lleva en operación, don Luis explicó que Popular siempre ha estado a su lado dispuesto a hacer todos sus sueños una realidad.
“La historia con Banco Popular comienza en el 1978, cuando esto era un sueño, una ilusión, una fantasía. Cuando fui al banco se unieron a mi sueño, y me dieron el apoyo financiero necesario para sacar adelante esta imprenta”, dijo don Luis.
Y la relación entre Hera y Popular no concluye allí, sino al igual que la imprenta es cliente de Popular, Popular es cliente de Hera. Desde calendarios, promociones, invitaciones y todas nuestras necesidades de impresión, Hera ha estado presente.
Ricardo y don Luis están optimistas sobre el futuro de la impresión y su relevancia. Si bien es cierto que la digitalización ha ganado terreno, el uso de papel sigue siendo esencial en ciertos contextos. En especial, cuando las empresas adoptan alternativas de papel en lugar de plástico, se promueve una transición hacia prácticas más sostenibles.
Aunque Hera ha logrado muchas cosas grandes en sus 45 años, el equipo aspira con hacer mucho más. Sueñan con hacer un negocio grande, crecer más y adquirir equipos con nueva tecnología. También quieren exportar su producto y demostrar que lo que se hace en Puerto Rico es de calidad superior.
“A mí, puede ser que me queden cinco, diez, 15 o 20 años, pero a Ricardo le quedan muchos más. Así que hacer esto posible es su tarea. Es su encomienda y la de su hermano. Queremos seguir este negocio", dijo don Luis.
El espíritu emprendedor de Don Luis y Ricardo, su dedicación a sus clientes y empleados, la constante búsqueda de la innovación y su empeño por impulsar el futuro de Puerto Rico son solo algunas de las razones por las cuales Hera es y seguirá siendo un agente del progreso.
Como parte de las celebraciones de nuestro aniversario 130, les presentamos las Historias de Progreso, que son retratos de clientes comerciales que muestran cómo Popular pone a la gente en el centro del progreso.