Bill y Melinda Gates han puesto fin a su matrimonio de 27 años. Aunque la mayoría de las parejas que se divorcian no están manejando un caudal de $140,000 millones, hay lecciones comunes que se deben aprender para evitar descubrir inconvenientes ocultos en un acuerdo de divorcio.

A continuación, cuatro trampas en el acuerdo de divorcio que debe velar:

#1: Con casa, pero...

A las personas no les gusta ser desplazadas y con frecuencia dudan para evitar causar cambios a los hijos que ya pudieran estar disgustados por el divorcio. Otros están seriamente atados a su casa y posiblemente invirtieron mucho trabajo en ésta a través de los años. Aun así, muchos divorciados sienten que, al final, el pago de la casa y su mantenimiento se hace difícil de sufragar.

Su casa también puede resultar demasiado grande de momento y, es posible que le genere un evento tributable enorme e inesperado, tal como la ganancia de capital al venderla.

#2: Miopía

Con demasiada frecuencia, las parejas que se están divorciando se enfocan en asuntos y beneficios a corto plazo, en lugar de considerar los efectos a largo plazo de las decisiones financieras. Algunos están tan ansiosos de terminar el matrimonio que ni siquiera quieren discutir los beneficios e inconvenientes de las decisiones.

Las decisiones monetarias en medio de una situación fuerte como un divorcio siempre vienen con ventajas obvias y desventajas no tan obvias. Por ejemplo, si se queda con la casa y su valor acumulado (o home equity, en inglés), pero cede una cantidad sustancial de su plan de retiro, pudiera estar perdiendo la ventaja de acumular el rendimiento de su plan, además de perder esa cantidad de sus ahorros para su retiro y futuro.

Si tiene que refinanciar su casa para pagar la parte correspondiente a su excónyuge, podría impactar su flujo de efectivo, comprometiendo ahorros por el valor acumulado o equity y, a la larga, pudiera darse cuenta de que la propiedad es muy costosa de mantener.

Siempre considere el largo plazo y los “por si acaso”.

#3: Costos reales

Quizás simplemente desea quedarse con la propiedad de alquiler o sus activos favoritos como parte del acuerdo. Es posible que esté mirando el valor actual de la inversión sin tomar en consideración los costos de liquidar ese activo.

Por ejemplo, si usted recibe la propiedad de alquiler y eventualmente la vende, podría terminar pagando sobre la ganancia de capital y la recaptura de la depreciación que habían reclamado en años anteriores; lo que provoca la reducción de la base de la propiedad y, por ende, terminaría pagando más ganancia de capital. Quizás también tenga que pagarle a un realtor y tener gastos generales de venta.

Siempre calcule el costo de eventualmente vender o deshacerse de un activo que forma parte de un acuerdo de divorcio.

#4: Ver solo una pieza grande

Un acuerdo de divorcio con frecuencia es un rompecabezas grande con muchísimas piezas. Por lo general, la gente se fija en una o dos áreas, no en la imagen completa.

Por ejemplo, usted y su expareja pueden negociar la excepción de los hijos en sus planillas sobre ingreso en diferentes años. El tener un hijo un día extra en un año le podría permitir reclamar que es jefe(a) de familia cuando someta su planilla sobre ingresos, lo que puede representar un ahorro en su planilla por la deducción que reclame.

Parecido a cuando decidió divorciarse en primer lugar, estudie el acuerdo en su totalidad. Todas las partes tienen que trabajar juntas para que usted pueda prosperar a corto plazo, así como en el futuro.

Hable con su banquero privado

Finalmente, asegúrese de hablar con su Banquero Privado para que le ayude a evitar estas trampas en el acuerdo. Su experto le puede ayudar también a asegurar que su nuevo plan financiero sea consistente con sus nuevas circunstancias.