La salud física y la financiera están más entrelazadas de lo que podría pensar. Y en el caso de las mujeres, ambas son cruciales para nuestro bienestar y empoderamiento.

No es secreto que tener un estilo de vida saludable puede ayudar a prolongar la expectativa de vida y hacernos sentir vibrantes. Pero requiere de disciplina, esfuerzo y hasta de sacrificio y por esa razón algunas personas no alcanzan la meta.  Ese mismo concepto de salud física puede aplicarse a la salud financiera de la mujer: hay pasos a seguir para lograr distintos objetivos y reconocer los síntomas de “enfermedad”.


Hablemos de la salud de las finanzas

En mi opinión, todo parte de la forma que manejamos las finanzas en el diario vivir. La salud financiera se logra cuando los asuntos económicos se manejan de manera adecuada para detectar oportunidades y enfrentar eventos inesperados. Y hay que saber que el estrés que genera una pobre salud financiera puede traer consecuencias a nivel físico y mental, entre éstas:

  • Pérdida de sueño
  • Problemas digestivos
  • Dolores de cabeza y migraña
  • Arritmia cardíaca
  • Alta presión


¿Qué similitudes hay entre la salud física y la financiera? Muchas.

  • Inciden en el bienestar general: Ambas impactan de forma significativa la calidad de vida. Una salud física pobre puede llevar a reducir la productividad y una salud financiera pobre puede causar estrés, ansiedad y limita oportunidades.
  • Requieren de planificación y monitoreo: La salud física se monitorea visitando a los médicos periódicamente y la financiera requiere de revisión constante del presupuesto, monitorear gastos, verificar informes de crédito y asesorarse con especialistas en planificación financiera. Y ambas exigen establecer metas a largo plazo.
  • Se tienen que manejar los riesgos: En la salud física se intenta prevenir lesiones y enfermedades; en el especto económico establecemos metas como mantenerse dentro de un presupuesto para mejorar el bienestar de las finanzas a través del tiempo.
  • Tomar medidas preventivas es crucial: Igual que el ejercicio regular y la alimentación balanceada pueden prevenir enfermedades, crear un presupuesto y ahorrar podrían evitar dificultades financieras.
  • Se benefician de ayuda especializada: Procurar apoyo profesional cuando hace falta puede hacer una diferencia. Si busca ayuda médica para asuntos de salud, consulte con un planificador financiero cuando necesite orientación.


Hay falta de igualdad

De acuerdo con la encuesta The Gender Gap in Financial Health, realizada por Financial Health Network en julio 2022 a mujeres entre las edades de 18-64 años, existe una desigualdad de género en cuanto a la salud financiera. Estos son algunos de los hallazgos más reveladores:

  • Sólo 1 de cada 5 mujeres (es decir, un 20%) son saludables financieramente. Esto representa un 5% por debajo de los hombres.
  • Ellas son más vulnerables financieramente que los hombres (24% versus 17%).
  • Las féminas obtienen resultados menos alentadores en indicadores de salud financiera como: ahorro, gastos, nivel de endeudamiento y planificación.
  • Las casadas tienden a tener mejor salud financiera que las solteras (24% versus 13%)

A pesar de esos resultados es posible enfatizar en que hay estrategias que promueven la salud financiera de las mujeres, tales como:

  • Educación sobre finanzas: Es esencial que ellas se eduquen sobre temas financieros a través de seminarios, de lectura y de programas para desarrollar conocimiento y destrezas de toma decisiones financieras informadas. 
  • Ahorro e inversión: Establecer un fondo de emergencia para metas a corto plazo (3-6 meses de los gastos anticipados) y evaluar inversiones3 a largo plazo para el retiro. Las mujeres poseen una mayor expectativa de vida, por lo tanto, al momento de planificar sus finanzas y establecer estrategias de inversión para el futuro, hay que ser proactivas. 
  • Independencia financiera: Hay que establecer metas alineadas con las aspiraciones para evitar la dependencia.  
  • Aprendizaje continuo y automotivación: Hay que mantenerse informada sobre la situación actual del mercado y las tendencias financieras para así enfrentar obstáculos que puedan afectar el logro de metas. 
  • Manejo del estrés: Que las técnicas para manejar la ansiedad no se limiten a técnicas de relajación y manejo del tiempo; hay que planificar las finanzas para manejar eventos inesperados que aumenten los niveles de estrés.
  • Seguros4 y planificación sucesoral:  Hay que proteger los activos y asegurar la estabilidad financiera a través de cubiertas de seguro (planes médicos, seguros de vida e incapacidad) y transferir activos de acuerdo con sus prioridades y deseos.


El planificador financiero: un aliado de la mujer

Un buen plan financiero puede ayudar a lograr las metas y fomentar ese anhelado bienestar de las finanzas femeninas. Y es que los planificadores financieros son como los médicos: diagnostican y dan las recomendaciones necesarias para mejorar varios aspectos.

Estos especialistas pueden ayudarle a tomar medidas preventivas de cómo establecer un presupuesto, tener estrategias para reducir riesgo y evaluar periódicamente si deben hacerse ajustes

Cuidar de su salud física y de la financiera requiere de mucho esfuerzo, disciplina y planificación a largo plazo. Y el plan financiero juega un rol crucial para alcanzar el bienestar de las mujeres en los dos ámbitos: hace la radiografía para crear un plan de acción que logre nuestra estabilidad económica y paz mental.

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